Crianza basada en la libertad

Creo firmemente que mi hija no es de mi propiedad y por eso

la formo para ser libre e independiente,

le pongo límites para formar su moral,

le corrijo para aumentar su sentido ético,

le hago preguntas para forjar su criterio,

le amo de forma incondicional para que crezca segura de si misma y no busque complacer a los demás.

Mi hija la parí yo, pero se pertenece a sí misma y es mi responsabilidad, desde que tiene sus primeros años darle una educación para que sea una persona adaptada socialmente, responsable de sus decisiones, saludable y feliz.

Es por eso que no la premio, ni la castigo, no la amenazo, ni le pego. Pero tampoco la trato como princesa, ni le doy todo lo que pide. Tengo reglas claras y consistentes, uso frases firmes y amorosas, soy estricta y afectuosa es un perfecto equilibrio pero difícil de practicar en esta imperfecta realidad.

Soy su madre, quizás su guía y espero ser por muchos años más su compañera de vida pero nunca será su dueña, y por eso no me debe obediencia ciega. Espero que me argumente, debata, convenza, critique, exija y perdone.

Soy su mamá, quien la acompaña en su crecimiento, sus vivencias, sus emociones; hasta que ella esté lista para vivir, sentir y emocionarse sin la necesidad de contar conmigo ni para bien ni para mal porque precisamente alcanzó su máximo desarrollo moral.

Ahora es “mami mírame”, pero llegará el día en que no necesitará mostrarme más nada, ni contarme sus problemas; en que no necesite mis abrazos para calmarse, ni escuchar de mi “calma, respira profundo” o “háblame con respeto” porque ya lo habrá interiorizado. logrando su automotivación, autocontrol y autoregulación emocional.

Soy su mamita pero pronto no buscará ni esperará de mi que la mire, la consienta, le explique, le enseñe, le aprueba, le anime, le estimule como ahora…será un adulto que solo esperará que la siga acompañando cuando ella me vuelva a necesitar.

Por eso ahora procuro disfrutar estos años estando muy presente en su vida ahora además para guiarla y que actue correctamente cuando yo esté ausente.

Practico una crianza consciente, que me permite a mi ser coherente con lo que ella ahora quiere y necesita en armonía con lo que necesito para mi y quiero para ella.

Ser hija es super fácil pensándolo bien es vivir despreocupado y feliz en el presente, pues ser mamá es preparar para al futuro a quien amas con todo tú ser, para que sea en todo su esplendor Su Ser y con suficiente madurez, autonomía, criterio para serlo lejos de ti.

Yolima Ghisays

Psicóloga Clínica

Terapeuta de niños, adolescentes y adultos

Orientadora en crianza

@YolimaTuPsicologaOnline